viernes, 5 de julio de 2013

Ofir y Canelita, una amistad que surge de la perseverancia y la paciencia.

HOLA AMIGAS, AMIGOS, PERRITAS Y PERRITOS:
Les deseo lo mejor en este día y espero que sigan acompañándonos en nuestra página y por medio del FACE para que juntos sigamos Rompiendo Barreras de Indiferencia.

En esta oportunidad quiero compartirles mi sentir en relación con un acontecimiento que llegó a nuestro hogar ya hace un mes cuando apenas cumpliría los dos meses de vida y que si bien es un gran motivo de felicidad que despierta en todos en casa los mas tiernos sentimientos, para mi perrita guía Ofir, ha significado algo un tanto distinto a ello.

El sábado 28 de Agosto, mi madre me invita a recoger una nueva compañera de vida para la familia y en especial para ella, fuimos a una veterinaria donde ya la habían arreglado, perfumado y cepillado para su encuentro con quienes seríamos a partir de ese instante sus amos y amigos por el tiempo que la vida nos lo permita, a eso de la una de la tarde, me pasa mi madre a una bolita de pelos de color canela que de inmediato mimamos y llevamos donde mis sobrinas para que tuviera su presentación social, al llegar, las expresiones de agrado no se hicieron esperar y mi peque sobrinita Ángela Sofía comienza a pensar en la forma como habríamos de llamarla: motas! Dijo mi hermana, candelita, dijo mi madre ya que desde que la soltamos empezó a jugar como la bebé que es, fifí, chiqui, en honor a nuestra primera mascota y hasta que de repente la peque dijo, canelita dado su color y así quedó. Canelita ven, canelita vamos, canelita sube, canelita quieta.

Hasta este momento no habíamos llegado aún a casa donde esperaba mi perrita Ofir para que yo regresara, al entrar mi madre cargaba a Canelita y yo mimé a mi negra para que no sintiera celos de la nueva compañerita, ahora bien, Ofir en un comienzo la olfateó y luego casi que ni la determinó, igual hizo Canelita pero además si intentaba buscarle juego pero Ofir no prestaba mucha atención e intentaba alejarse de ella un poco.

Con el pasar de los días, Canelita, ya mas despierta, continúa con su búsqueda incansable de juego con Ofir, le brincaba y se apoyaba en su carita, le mordía las patas cuando caminaba, le mordía la cola cuando la veía echada en el lugar predilecto de Ofir y esta apenas se paraba para huir del acoso de la pequeñita que aunque nosotros tratamos de hacer que se quedara quieta, nos resulta imposible, la rutina de mordiditas con sus pequeños colmillitos filudos seguía cada vez mas y lo mas delicado es que Ofir, a pesar de su entrenamiento y de la gran capacidad de aguante que tiene para soportar algunas cosas, ya empezaba a mostrarse un poco molesta y le gruñía de vez en cuando intentando quitársela de encima sin muy buenos resultados que digamos, le ladraba una o dos veces con enérgica firmeza, le ponía su mano sobre la cabeza como tratando de dejarla quieta, se corría y buscaba refugio en mi, pero nada daba resultado la Canelita insistía sin parar, lógicamente esto ya nos preocupaba un poco pues aunque Ofir es muy calmada también es cierto que por su tamaño podía llegar a maltratar a la perrita tal vez sin querer queriendo.

El fin de semana mientras estábamos en una casita de campo, sucedió lo que no imaginamos que pudiera pasar, la bebé Canelita había logrado luego de persistir que mi Ofir se doblegara y aceptara jugar con ella, le permitía montársele encima, le jugaba con su trompa y manos, le lamía y olfateaba, tomaron el sol y hasta durmieron juntas en la cama de Ofir, esto nos conmovió mucho y descubrimos que ante la ternura y energía de un bebé ya sea humano o animal no hay forma de resistirse, entendimos que para lograr una buena amistad solo hay que desearlo y dar lo mejor de cada quien, aprendimos que para los perritos y perritas el rencor no existe, que el mundo es juego sincero y abierto, que una buena siesta es mejor si la tienes con quien tu deseas, que para ser amigos no importa la edad ya que Ofir ya tiene 6 años y canelita 2 meses y 15 días, que ante la mirada y expresión tierna de un bebé pidiéndote jugar no puedes decir que no, así ese bebé sea un pequeño perrito de color canela que nos ha robado el corazón y para la que hasta el mas distraído de los que podemos encontrarnos en la calle, genera una mirada de ternura y admiración.

Este escrito es en verdad algo que me agrada mucho hacer, ya que definitivamente confirmo que el perro es y será siempre el mejor amigo del hombre y porque ahora nosotros en casa tenemos dos muy buenas y bellas amigas que nos dan amor, alegría y que nos acompañan a donde quiera que vamos, por fortuna yo cuento en lo personal y laboral con mi Ofir y todos contamos en la tranquilidad de la casa con el dinamismo de Canelita.

Espero que les haya gustado este pequeño escrito con el que digo a la bebé que deseo que esté muchos años junto a nosotros y a mi negris que le agradezco por mostrarme una vez más, que la nobleza y la paciencia si tienen un verdadero significado reflejado en la palabra AMISTAD!

Ver video y fotos en los enlaces que comparto.

Hernán Andrés Villegas Ángel

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