viernes, 5 de julio de 2013

El MIO, Positiva Experiencia De Cultura Ciudadana!

Hola amigas y amigos: En esta oportunidad quiero compartir con ustedes lo que significó para Ofir y para mi, el poder utilizar por fin el servicio de transporte público que ofrece el Masivo Integral de Occidente “MIO” en la ciudad de Cali. Espero que esta nota resulte para ustedes tan entretenida como fue para nosotros el poder hacer nuestro primer recorrido en este sistema.

El miércoles 17 de Marzo Ofir y yo en compañía de mi querida amiga Pilar y de su hijo Sebastián, nos dimos a la tarea de disfrutar por fin del sistema de transporte masivo de la ciudad de Cali, vale la pena aclarar que para nuestra comunidad este es todo un evento que ha logrado movilizar diariamente a más de 3500 personas en los dos primeros meses de operaciones, lo cual es de verdad muy grato, si se tiene en cuenta que apenas se está haciendo el proceso de cultura ciudadana que se requiere para que los caleños nos apropiemos de la cultura MIO; Ahora bien, iniciamos nuestro recorrido entrando a la estación Universidades, que queda al sur de la ciudad, ahí las personas de la entrada con un tono muy respetuoso se dirigen a mí para avisarme que no eran posible perros en el sistema, luego de mostrarles el carnet y con la intervención de una de las chicas que sirve como facilitadora en la estación, la cual sin dudar un minuto le advierte a su compañero en relación con lo del ingreso de perros guías, que ellos sí podían ingresar y además agrega: ”Recuerdas que de estos perros nos hablaron en la capacitación?” en fin, luego de ésto ingresamos y con tono muy amable recibimos la orientación en relación con la ruta que debíamos tomar, para poder ir de la estación Universidades hasta la que queda en el barrio 7 de Agosto en el oriente de la ciudad.

Al llegar nuestro primer vehículo articulado, (Ruta T10), empezamos a notar lo que para nosotros es tal vez lo mas importante a resaltar en la denominada cultura MIO, el ingreso al bus se hizo muy ordenadamente, con mucha calma y la verdad en lo particular yo tenía algo de ansiedad por querer disfrutar del recorrido y por comprobar por mi mismo, que nuestro transporte estaba a la altura de los ya existentes como el Transmilenio en Bogotá, el cual yo he tenido la oportunidad de conocer, usar y disfrutar en repetidas ocasiones. Ofir y yo nos hicimos en la silla de adelante al lado del conductor. Hasta el momento y como yo lo esperaba nadie había dicho nada por la estadía de Ofir dentro del vehículo, por el contrario la gente admirada se preguntaba la razón por la que ella sí podía viajar en él, otros afirmaban que la perrita era quien me guiaba a todas partes, ésto mientras una señora que quedó al lado de Pilar le preguntaba insistentemente sobre los perros guías, a lo cual ella respondía que efectivamente éstos pueden  estar en todo momento con las personas ciegas. Algo muy lindo que pasó es que un conductor que viajaba al lado del que en ese momento estaba al mando del articulado, luego de pensarlo dos veces se dirige a mí para preguntarme ¿Cómo es que se le dice a estos perritos? Mi respuesta no se hizo esperar “Lazarillos”, el señor de inmediato le dice a su compañero: “Lo ves, estos son los perros de los que nos hablaron en la capacitación”; para este momento ya era la segunda vez desde nuestro ingreso al sistema que alguien hacía referencia a la capacitación, era como cuando en el colegio a los niños les hablan de la semilla del frijolito y luego les dicen que siembren una en casa y que observen lo que pasará o como si en la universidad nos dicen que en la teoría las personas pueden tener x o y comportamiento y al salir a trabajar nos damos cuenta que tan acertado es o no lo que nos han dicho, así mismo nuestros anfitriones de recorrido estaban confrontándose con lo dicho en las charlas y con la realidad de saber que efectivamente habían perros guías en la ciudad de Cali.

Vale la pena anotar y hago este comentario por separado, que esta actitud deja muy en claro que quienes laboran en el sistema de transporte masivo MIO, sí recibieron la formación adecuada y que además, fue asimilada por ellos para beneficio de los usuarios y en esta situación en concreto de las personas discapacitadas.

Ahora bien, durante este recorrido pude dialogar con los conductores y preguntarles en relación con los sistemas de información auditiva y visual que los articulados deben tener para que los invidentes y personas sordas tengamos la certeza de las paradas que irá haciendo el vehículo y así poder saber cuándo y en dónde bajar, la respuesta fue que en ese momento algunos buses no contaban con el software totalmente adecuado, que había una parte del recorrido que aún no era anunciado pero que había un tramo mas largo que sí contaba con la ayuda sonora y visual. Cabe anotar, que nuestro sistema de transporte, para esta fecha solamente lleva 15 días de operaciones oficiales, luego de su inauguración y que consideramos que es apenas normal que aún se presenten algunas fallas lógicas del corto tiempo y de la inexperiencia que poco a poco se va disminuyendo con el trabajo diario y con la paciencia y esfuerzo de los dirigentes de Metrocali, de los operadores del sistema, de los funcionarios y del público usuario en general.

Al llegar a la estación de Tequendama que queda entre las carreras 42 y39 sobre la calle 5ª, hicimos nuestro primer transbordo para tomar ahora la ruta T47, en espera del segundo articulado. Se arrima a nosotros un guarda de estación quien me pregunta dónde me había subido yo y luego de mi respuesta me dice: “Y el guarda de Universidades no le dijo nada por el perrito?”, le expliqué que era un perro guía y para sorpresa mía no sabía de que se trataba. Con la paciencia que a veces no tengo, le ilustré al respecto entre tanto  llegó el bus y luego de agradecer su atención entré en el mismo con Ofir. En este punto, otra de las cosas bonitas que me pasaron, es que inmediatamente entramos, un señor muy preocupado e interesado me decía que me sentara en una silla azul y me mostró dónde quedaba, todo esto mientras decía algo así como que esa era mi silla y que es ahí donde yo debía ir; me alegró saber que ahora en Cali ya la gente estaba tan comprometida con las personas discapacitadas y mas aún, que lo que se consideraba era algo que solo en Bogotá se veía, ahora era una realidad, ya las personas entendían para qué son esas sillas azules y la importancia que tienen dentro de los vehículos articulados. Camino a la estación 7 de Agosto, mi agrado fue mayor cuando escuché por los altavoces el primer anuncio que decía, “Próxima parada, Estadio”, ya mi emoción no podía ser mas grande, sentí que tomaba el cielo con las manos, por fin este era el MIO, el que tanto había esperado, el que me permitiría  desplazarme por la ciudad con total seguridad y rapidez, el que brinda posibilidades de acceso y que ofrece los tres principios que determinan el diseño universal en todo cuanto exista en las ciudades, ya sea inmobiliario, urbano o transporte público, que son eficiencia, seguridad y autonomía. Así transcurrió el recorrido hasta nuestro destino final, en cuya estación los chicos que trabajan ahí nos rodean y cual rueda de prensa formulan varias preguntas relacionadas con los perros guías y nuevamente la confrontación entre la teoría y la realidad se dejaba ver, los chicos se mostraban muy interesados y mas aún sorprendidos de ver que Ofir era una perrita muy linda y juiciosa, les conté del trabajo que yo hacía en Bucaramanga en relación con la accesibilidad y les conté que haría esta nota para hablar del MIO.

Los jóvenes y el guarda de estación muy amables nos ubican en los puestos dentro del vehículo que ahora tomaríamos de regreso a nuestro punto de partida, yo aprovechaba para hablar con el pequeño Sebastián explicándole sobre la importancia que el sistema de transporte masivo tenía para la ciudad y para los discapacitados, él era para mí la representación de todos los niños de la ciudad, a los cuales nosotros como adultos debemos enseñarles diariamente el verdadero sentido de la vida, a apreciar todo cuanto tenemos y a admirar lo que para beneficio de todos se hace.

 Hago un paréntesis para felicitar a la comunidad caleña que actualmente usa el Masivo Integral de Occidente MIO, por su civismo, por la calma que tienen al ingresar y salir de los vehículos, ya que pude notar que en alguna de las estaciones por las que pasamos de regreso, eso fue lo que ocurrió la gente entraba, miraba y luego se desplazaba hacia el lugar donde podía ubicarse, ésto en una total calma y con un respeto por quienes ahí íbamos, actitud que en lo personal me alegró. Reitero que esta es la Cali que yo soñaba, que ésta es la gente que vive en ella y que quiere, usa y cuida lo que tiene.

En esta oportunidad, en vez de hacer transbordo en la estación Tequendama, nos bajamos en la estación Manzana del Saber, la cual está al frente de la Biblioteca Departamental Francisco José Lloreda, ya a esta hora casi siendo las 5:30 P.M. el flujo de personas era mayor y los buses empezaron a pasar mucho mas llenos, razón por la que esperamos el siguiente y aunque venía igual que el anterior, nos montamos y aquí una más de las bondades del sistema que hoy disfrutamos los caleños, un joven que venía dentro, el cual es denominado como facilitador, en vista de mi ingreso, me dice insistentemente que me siente en una de las sillas azules que me correspondía y que estaba ahí para mi, yo le respondí que no se preocupara que yo me bajaba dos paradas más adelante y no era justo quitarle el puesto a alguien que lo requiriera y tal vez fuese más lejos, este joven, de igual modo me acompañó todo el recorrido que me quedaba y al llegar a la estación, muy apresurado se dispuso a abrirme campo entre las personas que pretendían subir y las que bajaban del mismo bus en que yo venía.

Ya en la estación de Tequendama nuevamente, luego de bajar  del bus para salir de la misma, tomé la ruta de salida y una de las chicas que en los torniquetes se encuentran, muy gentilmente me orientó por sobre donde debía salir y luego me indicó que estaba en la carrera 39 con calle 5ª, al llegar al semáforo , encontré que este tenía señales sonoras y que los accesos a las estaciones en ese lugar estaban muy bien diseñados de modo tal que todos los usuarios pudiéramos hacer un normal ingreso a la estación.

Terminaré este relato algo extenso, haciendo referencia a algunos puntos que me parece importante anotar y que son tal vez la otra cara de la moneda, que hasta ahora por esa gran costumbre que tenemos las personas de mirar siempre lo negativo y no lo positivo, no se ha tenido en cuenta para juzgar si el Masivo Integral de Occidente es o no pertinente para la comunidad y la ciudad en general.

Lo primero es entender que la ciudad está cambiando, no solo físicamente sino  también culturalmente, que el MIO con todo lo que ello conlleva es un promotor de ciudad y que las transformaciones no suelen ser nada fáciles, que requieren de la paciencia, la tolerancia y el respeto por el proceso, por las fallas o por las buenas y grandes cosas que se hagan.

Lo segundo es que es menester mencionar el gran impacto que desde la capital de la República con el Transmilenio Bogotá, se ha hecho en el resto de ciudades de Colombia, digo ésto ya que es muy bello ver que aunque apenas llevamos unos días  de operar formalmente, la gente usa adecuadamente el sistema y pregunta a quien corresponde, sus inquietudes. Y lo mas positivo: que han asumido el MIO como suyo, que es verdaderamente el objetivo de este trabajo de crecimiento cultural y actitudinal.

Felicito también a los medios de comunicación que día a día miran lo que se ha estado haciendo, no sólo para criticar sino también para aportar positivamente en pro del mejoramiento continuo y del desarrollo de un sistema que garantiza ser uno de los mejores del país y espero del continente.

Invito a las personas en general y en especial a los discapacitados para que usemos el servicio, nos apropiemos de él y antes de pensar en lo  que no se ha hecho, pensemos en lo que sí se tiene y en cómo hacer para mejorarlo y contribuir en ese arduo pero lindo proceso.

Invito a la comunidad caleña a que apreciemos y valoremos lo que estamos ganando con el MIO, a que entendamos que nada es fácil en un principio y que seguro requeriremos de un buen tiempo para que los servicios y beneficios que el MIO ofrecerá estén al 100% de optimización, pero que mientras ello ocurre, no destrocemos lo logrado, por el contrario amémoslo y hagámoslo nuestro que ¡EL MIO ES DE TODOS!


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Hernán Andrés Villegas Ángel
www.ladiscapacidad.com

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